Es el más antiguo de todos los cuentos arquetípicos. El origen de La Cenicienta se remonta a épocas muy lejanas porque, en realidad, se trata de una versión de un cuento chino del sigo XI a.C. y tiene más de 340 variantes. Sobre el año 850 d.C. es cuando se recoge por escrito la primera versión.
En Europa fue el escritor italiano Giambattista Basile quien publica en Nápoles, en 1634, La Gatta Cenerentola, siendo una de las versiones occidentales más primitivas, aunque el que dio fama y lustre a la historia fue Charles Perrault (1628-1703) quien eliminó el fantasma de la madre de las versiones anteriores como ayudante de su hija y añade una bondadosa hada madrina que transforma una calabaza en hermosa carroza, tirada por magníficos caballos y acompañada por elegantes lacayos.
Después de la versión de Perrault, escrita en 1697, Cenicienta ha sido retomada muchas veces. Su carácter melodramático ha inspirado a poetas y músicos: Rossini, Massenet, Profokiev y muchos otros.
Se trata de una sencilla historia, la de una dulce y guapa joven que sirve como criada de una casa y que sufre por la maldad de su madrastra y sus hermanastras, hasta que un buen día, ayudada por su hada madrina, se presenta esplendorosa en el baile del príncipe heredero, aparentando lo que no es, lo cual no es óbice para seducirle al instante y éste hará todo por volver a encontrarla siguiendo la pista del zapatito de cristal que dejó caer en su precipitada huida del baile cuando llegó la medianoche, la hora bruja…
En todas las versiones descubrimos una serie de elementos comunes:
- El diminuto tamaño del pie como símbolo de virtud y belleza.
- El maltrato de la madrastra y sus hijas a la pobre Cenicienta.
- La fiesta donde Cenicienta acude y pierde su zapato.
- El terrateniente o el príncipe que desea casarse con la dueña del zapato.
- La existencia de un padrino o una hada madrina, que son los protectores de la joven.
- La zapatilla hecha de algún material precioso.
Respecto al famoso zapato el colmo es que no era de cristal. El cuento del escritor francés Charles Perrault fue mal traducido. El mítico zapato nunca fue de cristal sino de cuero. Al parecer, hay dos palabras similares en francés que dieron origen a esta confusión: «vaire» (cuero) y «verre» (vidrio o cristal).
Fuera de cuero o de diamante, lo cierto es que en la mitología popular el personaje de Cenicienta simboliza la recompensa por su humildad, el ascenso en la escala social basado en el amor. Como cuento arquetípico, también representa la bondad, la sinceridad y la generosidad, en contra de los personajes de la madrastra y las hermanastras, que encarnan el orgullo y el egoísmo y así terminan ellas…
Y para los alquimistas, mi bueno y querido amigo, representa la materia a trabajar, en especial de esta tesitura era Weiszacker, cuyas obras son practicamente inconseguibles (tengo una copia para enviarte si quieres) y que trabajaba con la ceniza en cuya estructura encontramos un cristal muy hermoso, que he visto innumerables veces, y que quizá, explique, un poco tan solo, por qué se tergiversó la traducción de vidrio a cuero en los zapatos de la cenicienta. Cyliani es otro que también trabajó con dicha materia, y fue el único que realmente explicó en qué consiste la gran medicina universal que no sería otra cosa que una sal magnética.
Acabo de descubrir tu web querido amigo! Espero sigas bien! Siempre te recuerdo!
Abrazo grande desde argentina!