Repostería pecaminosa y milagrosa

Algo que une a fiestas populares, leyendas y ciertos milagros es la gastronomía o, mejor dicho, la repostería. Una de las consecuencias curiosas que tienen ciertos sucesos históricos o sobrenaturales atribuidos a héroes, santos y vírgenes es que a algún avispado repostero le inspira para hacer pastas o dulces recordando tal acontecimiento.

Ahorcaditos (Santo Domingo de la Calzada)
lagartos de fray tomas - pastas de te
Lagartos de Fray Tomás (Berlanga de Duero)

          Lo vemos en Santo Domingo de la Calzada donde se pueden degustar los «gallos del Santo» o los «ahorcaditos», dulces de hojaldre rellenos de crema de almendra haciendo referencia al milagro de cantó la gallina después de asada para que no ahocaran al pobre peregrino. Lo vemos en Teruel con los “suspiros de amante”, rememorando a los famosos amantes medievales. Lo vemos en Medina de Rioseco con los «cocodrilos» hechos de pan o de caramelo, haciendo referencia a la leyenda de un saurio que asolaba la localidad. O lo vemos en Berlanga de Duero y sus «lagartos de Fray Tomás».

Casquetes - Tortas del alma
Casquetes – Tortas del alma
Nicanores (Boñar)

          Cada zona tiene sus platos típicos con nombres que a veces echan para atrás (por ejemplo, el «atascaburras» de La Mancha o la «olla podrida» de Burgos) o un postre característico que con el tiempo empieza a ser popular por su contenido (los “Nicanores” de Boñar, los “Papajotes” de Jaén, las “Corbatas” de Unquera, los “Xuxos” de Gerona o los “Miguelitos” de La Roda) y otras veces por su nombre un tanto chocante. Sin desdeñar recetas y postres clásicos, algunos nombres no son políticamente muy correctos, como los borrachos, brazos de gitano, negritos o matasuegras.

Cojones del anticristo -
Cojones del anticristo (Cantabria)
Tetillas de monja
Tetillas de monja (Orihuela)

          En otras ocasiones nos encontramos con una repostería valiente en cuanto a asignar nombres a sus productos con cierto aire pecaminoso que, en otros tiempos, rayaría en lo sacrílego. Como es de suponer, clérigos, monjas y frailes siempre están por medio, quieran o no quieran. ¿Habéis probado «tetas de novicia» y «pelotas de fraile»? Son los dulces más demandados en la localidad madrileña de Chinchón, basados en recetas ancestrales de las monjas clarisas. La competencia está en las «tetillas de monja» de Orihuela y en las «pelotas de monje» de Peñíscola. Nada comparado con los irreverentes «Cojones del Anticristo» que se encuentran en Cantabria y son unas pastas de té artesanas propias del Valle del Liébana cuyo ingrediente principal es la avellana y en su decorada e historiada caja te cuentan que el origen de tan original y esperpéntico nombre procede del Beato de Liébana quien tenía diferencias teológicas con un «tal Elipando de Toledo”, enemistad que llegaba hasta tal punto que el Beato le llegó a definir como testiculum anticristi. cuya mala traducción pasó de testigo a testículo o cojón, que no es precisamente lo mismo.

Cabello de angel
Pedos de monja (Cataluña)

          El tradicional “cabello de ángel” casi es una horterada si lo comparamos con el «pedo de monja» de Cataluña (unas minis galletas que inventó un pastelero italiano que trabajaba en Barcelona) y que en un principio -y gracias a la forma que tenían- les dio el nombre de Petto de monca (pecho de monja), pero el sentido del humor de sus clientes transformó el nombre en catalán de “pit” a “pet” y pasaron de pecho a pedo.

Chochitos ricos (Cantabria)
Chochos (Salamanca)

          Sin olvidarnos de los deliciosos “chochitos ricos”, típicos de Cantabria (unos roscos hechos con mantequilla de Santillana del Mar con un agujero en el centro para que no digáis que nunca os habéis comido un rosco). O los “chochos charros” típicos de Salamanca, un dulce similar a las peladillas, pero de mayor tamaño (también llamados perrunillas).

Dulces orgasmos (Asturias)
orgasmos a la crema de orujo
Orgasmos a la crema de orujo (Cantabria)

          Para los más sibaritas, estas recetas tan de rechupete, ricas en calorías y azúcares, favorecen la liberación de endorfinas y son un placer para el paladar que algunos lo equipararían a un orgasmo y, claro está, también existen «dulces orgasmos», unas pastas con forma de corazón que se elaboran en Asturias con licor de manzana y, ya puestos, los «orgasmos a la crema de orujo», pastas elaboradas con frutas del bosque de Cantabria, con algo de mantequilla.

¿Y los «casquetes»?, también llamados de manera más poética “tortas de alma”, a pesar de su nombre son unas empanadillas dulces típicas de Aragón que suelen ir rellenas de crema, boniato o cabello de ángel.

En fin, todos ellos postres con un final feliz. Para enmendar nuestros pecados de gula siempre nos quedará el consuelo de probar unos “tocinos de cielo”, unas “yemas de Santa Teresa”, una “tarta de Santiago” o unos “Piononos” de Santa Fe (Granada), nombre enhonor del papa Pío IX en el siglo XIX por haber proclamado el dogma de la Inmaculada Concepción. Que no se diga que la historia no está salpicada de momentos golosos y sabrosos.

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